Una de las experiencias que quiero contaros hoy, distinta de esa logica y clara del cansancio, del estar justo de fuerzas y de la belleza de una naturaleza que vemos despertar y que nos regala su fragancia y tambien su aspereza, es la belleza de la igualdad entre caminantes, todos tenemos nombre, rostro y procedencia, pero el caminar, la fatiga, el ser viator, peregrino nos une y diferencia segun las propias energias sin mas, no hay nada detras, sino la dulzura de los propios gestos, o quizas la propia antipatia, no hay titulos, ni conocimientos, ni origenes sociales, hay caminantes de Francia, Italia, Alemania, España,, hay edades pero sobre todo hay personas que se ayudan, comparten y sonrien tras ese Buen Camino que es saludo oficial que no protocolario.
Al final es una buena imagen de lo que deberia ser la realidad social, hombres que damos lo que tenemos porque que somos si no caminantes. Un abrazo y seguiremos el camino.
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