domingo, 24 de agosto de 2008

Desayuno de Domingo

Hay grandes diferencias entre los Peregrinos medievales y nosotros. Os hemos hablado de los albergues, de los lugares para comer, de la tecnología ultraligera de las mochilas, del hecho de regresar a casa en coche y no andando y quizás la mayor diferencia, el camino está muy señalado y somos centenares de peregrinos.
Pero la mayor diferencia está mañana es que estoy desayunando, veo la final de baloncesto y escribo en internet con el móvil... lo que intenta el hombre.

Aprovechó este momento de tranquilidad para contarte que ya nos quedan sólo dos jornadas para acabar nuestra aventura. En este momento empieza la última tentación, la de abandonar al final. Es un vemos a una última lesión que nos impida terminar pero es tambien una especie de cansancio que casi raya el aburrimiento. Por eso estos dias cuesta más levantarse por la mañana.

Hay algo de lo que hemos hablado poco. Los sacerdotes del Camino. Y no me refiero sólo a los agustínos peregrinos sino a los pastores que nos abren sus iglesias y reparten son nosotros el pan y la Palabra.

Los hemos visto de todas las edades y con capacidades distintas. Algunos saben conectar con el peregrino que cree en un Dios de nombre desconocido y otros que son la reserva espiritual de occidente. Un abanico tan tan grande permite a los noticios hacerse una idea de lo variado que es el ministerio y decidir el tipo de servidor del evangelio que quieran ser.

Porque abrir el libro de la Escritura y quebrar el Pan de Angeles no es algo automático y mágico. El hombre de hoy habla un lenguaje que se hace a veces oscuro y desconocido y reza a un Dios al que no sabe llamar Padre pero le da otros nombres menos precisos pero tambien verdaderos en su medida.

hablar el nuevo lenguaje y repetir una noticia que hoy sigue siendo Buena Noticia a pesar de ser para muchos más nueva de lo que nos imaginamos.
Buen Domingo

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