¡Estamos en Galicia!

Parecía increible, pero al final hemos dejado atrás Castilla y León, especialmente, El Bierzo, donde nuestras peripecias no han tenido apenas fin.

Tras días de malas señalizaciones, bajadas de cabras y alguna que otra aventura más, al final hemos llegado al principio del fin.

Para todos los que inician el Camino existe una palabra terrible y aterradora "Cebreiro". Hoy era nuestra definitiva consagración como Peregrinos. Habíamos pasado una reparadora noche con las Hermanas de Villafranca a las que Dios paqgue su santa labor y, repuestos casi como si hubiéramos pasado la noche en casa de mamá, nos encontrabamos en condiciones de afrontar la que parecía la etapa más dura de toda la aventura.

Tanto nos atemorizaba que decidimos buscarnos un guía nativo. Agustín "Serpa" Riveiro respondió inmediatamente a la llamada de los peregrinos y cual cabalero templario hizo voto de escoltarnos por las escarpadas laderas del Valcárcel hasta vernos salvos y sanos en Galicia.

Con tamaña escolta se nos han hecho pocos los veinte kilómetros de aproximación a temible Cebreiro. Y ha sido allí, cuando hemos afrontado la montaña, cuando nuestro nuestro espíritu nos ha confirmado que definitivamente somo peregrinos de Compostela.

No sé si habrá sido la motivación sicológica, la fe inquebrantable, la voluntad decidida, los Quiñones de Suevo de idem o más bien el queso de Cabra del concuñado de Agus... el caso es que todo esto junto nos ha hecho trepar por la ladera como el cervatillo del Cantar de los Cantares.... de hecho cuando hemos llegado arriba nuestro Maestro y Mentor ha manifestado su sopresa "¿ya está?"

Lo dicho, tampoco el Cebrerio era para tanto... después de Hontanas, de Castrojeriz, de Riego de Ambrós.... y de otrs lugares de cuyo nombre no quiero acordarme.

Una cosa más. Hemos visto que desde Ponferrada se suma muchísima gente... se nota a estos primerizos aficionados a peregrinos en el peso de sus mochilas, en lo impecable de sus pantalones, en sus pieles aún tersas y blanquitas.... en las ganas de hablar y hablar y hablar.... y sobre todo en que ¡llevan sandalias!. Por la noche también se les nota porque caminan.... con dificultad.

Un último consejo. Creo que la añada de Cacabelos del 2008 será un poco orgánica y con cuerpo y aroma, como su propio nombre indica... ¡eso por desviarnos por Altuelle de Arriba!

Hala, mañana seguimos.....¡estamos en Galicia!

Besiños