Cambios en el Camino

Parece que no, pero después de diez días ya hemos recorrido largos trechos. De hechos se cuentan gestas y la nuestra nos ha llevado a dejar atrás las estepas castellanas para comenzar a adentrarnos en los montes leoneses... o como dicen por aquí "lliuneses"... aunque lo dicen pocos.

La expedición había partido de León el miércoles, con las fuerzas renovadas por la fraternidad de los Hermanos. El camino a Villadangos empezó con una breve visita y oración ante la Virgen del Camino. Fue una jornada ligera en su primera parte, algo más de trabajo nos supuso concluirla...

La escena de la mañana la encarnó Agapito, en San Miguel, un vecino que deja a la puerta de su casa una cesta con frutas y alguna galleta y algún dulce por si los peregrinos tienen a bien reponer fuerzas. Que Dios premie a quien acoge en su nombre a los peregrinos de Compostela.

Decía que la tarde se hizo trabajosa. Villadangos nos ofrecía historia reciente de la Orden, en la persona del P. Angel Martínez Fuertes y sobre todo en la del Bto Froilán Lanero (uno de los 98) cuya imagen preside el lateral del presbiterio de la Iglesia parroquial. Allí celebramos la eucaristía en memoria y agradecimiento.

Nos esperaba una sorpresa a la salida. Un grupo de peregrinos reconoció a Argimiro como "el cura del funeral de mi hermano". Resultó ser una de las primeras sagas del CSA de Madrid... lo que demuestra dos cosas... que nunca sabes quien te está viendo y mejor te encuentren en la capilla que en la siesta.... y la segunda... que los del CSA somos como una plaga!!!!

Argimiro cumplío con creces la tarea de hospitalidad que espera un Hermano en camino. Echaremos de menos las visitas a los Hermanos en los próximos días.

De Villadangos nos encaminaron a Astorga y tras una larguísima caminata encontramos la Catedral en la que por vez primera hallamos sosiego y paz.... y sobre todo, nuestro camino cambia y avanza por sendas más verdes y empinadas.....

Pero no hay temor....Ultreia hasta Santiago.... Suseia hasta las Estrellas.